La Cuarta Teoría Política y el Socialismo en América Latina

Estos dos últimos meses del 2020, hemos participado en varias instancias colaborativas con intelectuales y activistas de la lucha antiimperialista en el mundo. El día 19 de noviembre, en mi calidad de representante del Círculo, expuse en la conferencia internacional “Alternativa Multipolar Para América Latina: La Geopolítica, La Ideología, La Cultura”. En tal ocasión junto con exponer las temáticas que ya había abordado en mi texto: “La Cuarta Teoría Política o Un Pensamiento para América del Sur”, pude apreciar muy buenas ponencias como las de Vicente Quintero (Venezuela), Pavel Grass (Brasil), Nino Pagliccia (Canadá/ Venezuela), Valerii Korovin (Rusia) entre otros, y coincidiendo con ellos en varios puntos de vista. Destacó la exposición del profesor Aleksandr Dugin en la que hizo la infaltable invitación a los pueblos de Nuestra América para abordar sus problemáticas desde la Cuarta Teoría Política (4TP), esta vez haciendo una propuesta de pensar un nuevo tipo de Socialismo, que se distinga del antiguo socialismo y también de la izquierda liberal (“liberal-bolcheviques” como les llama no sin cierto sarcasmo).

Este nuevo socialismo que, siguiendo la idea de Dugin, debe buscar sus raíces en el Populismo Integral (antiliberalismo radical), tomaría los mejores aspectos del antiguo socialismo, como lo es la lucha de la clase trabajadora contra la explotación capitalista, pero además rescataría aquellos aspectos que las derechas (hoy, liberales y globalizantes) han abandonado, o instrumentalizan para defender los intereses de las oligarquías, como la defensa de la Patria y ciertas tradiciones vinculadas a la identidad de los pueblos.

Esta propuesta ya la hemos estado trabajando desde hace bastante tiempo en el Círculo Patriótico de Estudios Chilenos e Indoamericanos, a partir de dos vertientes, por un lado, el Nacionalismo de la Praxis, y por otro, el Revisionismo de la Tradición. El primero toma como columna vertebral la Guerra de clases como lucha de liberación nacional (leer artículo del mismo nombre escrito por Luis Bozzo, disponible en Praxipatria.cl) y el segundo se apoya en el principio de Tradición Popular Viviente, es decir pensar el pasado desde el futuro y no en forma inversa como aspiran los reaccionarios (revisar mis artículos “Un Nuevo Patriotismo” y “Revisionismo de la Tradición”, también disponibles en Praxispatria.cl). Ambas vertientes han venido a constituir un corpus de Pensamiento Auténtico Chileno e Indoamericano y que entronca con la propuesta geopolítica de la 4TP, contra el unipolarismo actual, encabezado por nuestro mayor opresor, el Imperio de Estados Unidos y sus secuaces de la oligarquía local (anti)chilena.

Sin duda, la 4TP es controversial porque propone una superación tanto del difunto nacionalismo/fascismo, como del viejo socialismo real, para crear una nueva fuerza que se oponga al liberalismo. Más allá del individuo, de la clase, de la nación o Estado, propone que el sujeto de la nueva teoría política sea el Dasein (Ser Ahí). En la filosofía de Martin Heidegger, este “Ser Ahí”, es el hombre (o mujer) que está arrojado en el mundo y por lo tanto puede existir de muchas formas en tanto es ente (como trabajador, estudiante, profesional, desempleado, amigo, habitante, ciudadano, etc.), pero al preguntarse “¿Quién soy?” busca desentrañar el sentido propio de su “Ser”. Es decir, el “Ser Ahí” es el ente que hace la pregunta sobre el “Ser”. Y es el único ente que hace esa pregunta. Todos los demás entes tienen su propio “Ser”, es decir, “son”, existen en cuanto a entes, pero no se formulan la pregunta por el “Ser”. El “Ser Ahí” es preeminente en lo óntico frente a otros entes en que es consciente de su propia existencia y a partir de ahí puede escoger si existe como sí mismo o no como sí mismo (existencia auténtica y existencia inauténtica). Sin embargo, también es preeminente en lo ontológico ya que es el que se formula la pregunta por su propio “Ser".

Este tema fue abordado en la entrevista que Luis Bozzo hizo al profesor Dugin, el día 4 de diciembre del pasado 2020, al preguntarle por una explicación más comprensiva del “Ser-Ahí” o “Dasein”, Dugin afirmó que en el plano de la Cuarta Teoría Política el “Dasein” es el Pueblo. Intuición que comparto, pues en lo político es el propio Pueblo quien se hace la pregunta “¿Quién soy?” y es el pueblo el que reafirma su modo de existir y se reafirma a sí mismo (revisar Feinmann, “Una Filosofía para América Latina”). Tanto José Pablo Feinmann como Dugin afirman que el sentido de saber “Quién soy” es con la negación de aquello que “no soy”, en otras palabras, el Pueblo se rebela frente a imposiciones de aquello que le es ajeno a su “Ser”, y eso quedó más que claro con el Estallido Social de 2019 con la consigna “Chile Despertó”. El Chile que por tanto años fue vendido como un producto al mercado internacional (el Chile inauténtico), como un “ejemplo del triunfo de los principios neoliberales”, y como “un hijo predilecto de las ideas de Milton Friedman”, repentinamente se alzó para romper sus cadenas ideológicas y para reclamar su modo auténtico de existencia (Dasein).

Cada civilización tiene su forma de existir auténticamente, es su propio “Dasein” por así decirlo. Así como, por ejemplo, si en el Ser Europeo, la autenticidad está en el tradicionalismo y en las raíces paganas de la cultura, y en el Ser Euroasiático lo encontramos en el cristianismo ortodoxo, el chamanismo siberiano, o incluso en el patriotismo soviético y postsoviético; En América Latina, el Ser se reafirma en oposición al dominio imperialista (antiguamente del Imperio Español, y hoy del Imperio de Estados Unidos) y en oposición al sistema del imperio, el capitalismo. Indudablemente la voluntad de Nuestra América se orienta hacia el socialismo y el patriotismo que lucha por la soberanía. La diferencia entre el viejo socialismo y el nuevo socialismo que nos propone la 4TP, es que este último, toma en cuenta como su sujeto principal al Pueblo, es decir el “Ser-Ahí” de América Latina y de Chile. Es una propuesta para superar en cierto modo, el dogmatismo de analizar todo como una cuestión exclusivamente de “lucha de clases”. ¿Implica esto un abandono o una negación del marxismo?, de ningún modo. El propio Dugin afirma que:

“El Marxismo es relevante por su descripción del liberalismo, su identificación de las contradicciones del capitalismo, su crítica del régimen burgués y la revelación de la verdad tras las políticas demo-burguesas de explotación y esclavitud que se presentan como ‘desarrollo’ y ‘liberación’. El potencial crítico del del marxismo es muy útil y aplicable pudiendo ser incluido en el arsenal de la Cuarta Teoría Política” (A. Dugin, La Cuarta Teoría Política, p. 64).

En principio, en análisis de la lucha de clases, sigue igual de vigente que siempre, pero reducir todo análisis político a la cosmogonía entre burgueses y proletarios puede estrechar un tanto el panorama, especialmente si tomamos en cuenta la realidad de la globalización y como esta ha generado al grupo humano posproletario denominado “precariado”, o lo intrincado de las relaciones geopolíticas en la actualidad. He aquí que donde nos puede ayudar el pensamiento existencial de Heidegger con el “Ser-Ahí” o su aplicación en política que traduce ese Ser-Ahí en “El Pueblo”.

Al Pueblo lo podemos definir como: “el grupo humano orgánicamente estructurado, consciente de su destino histórico, cuyos componentes están ligados entre sí por ideales comunes más o menos bien definidos” (Revisar definición de Pueblo en Praxispatria). Este pueblo cumple un papel soberano y político, al identificarse como una clase social, es decir la llamada “Clase Popular”, combatiendo al despotismo y la tiranía, ejerciendo el derecho de rebelión para consolidar la vida plena, armar su propia historia. De ahí la fórmula: “Contra el horror del tirano, el terror popular”. Este Pueblo o Clase Popular, si bien no es exactamente lo que el marxismo identifica como Proletariado, si se encuentra estrechamente vinculado a éste, pues el corazón del Pueblo es la clase proletaria, luego incluye también a los sectores de la pequeña burguesía que tienden a la proletarización.

Un socialismo que ponga en su centro la lucha por la soberanía del pueblo es prácticamente lo mismo que el Nacionalismo de la Praxis o un patriotismo popular, es decir un populismo integral, una idea que va más allá del viejo socialismo y del viejo nacionalismo, pero que integra los aspectos más avanzados de ambos. Solo así se puede entender una 4TP en nuestro querido Chile y en nuestra amada América Auténtica.