EL PUEBLO RUSO COMO SUJETO DEL PENSAMIENTO (Dugin Guideline)

Hay que distinguir al pueblo de la nación. Y es un error muy grave el hablar acerca de una nación rusa. La nación es un concepto político. Se basa en una ciudadanía individualista. La nación rusa es simplemente la suma de los ciudadanos que tienen un pasaporte de la Federación de Rusia. Es una suma de entidades meramente legales que componía a los “queridos rusos” de los que hablaba Yeltsin. El pueblo, a diferencia de la nación, es un fenómeno histórico, orgánico y que se encuentra vivo. Es inconcebible sin un espíritu, sin un Logos, sin una religión. Su identidad ha superado toda definición aplicable a las entidades legales primitivas. El pueblo existe también por fuera del Estado. Lo contrario también es cierto: el Estado que es la sumatoria de todos los pasaportes rusos muy fácilmente puede estar lleno de individuos que no pertenecen al pueblo ruso. Esto sucede en la medida en que estos individuos no se solidarizan con su historia, con su destino y se niegan a considerarse como parte de ese Todo orgánico que compone a Rusia. Por desgracia, existen bastantes individuos de esta clase al interior de nuestra sociedad. Son los “queridos rusos” de Yeltsin, que en realidad no son rusos. Podemos deshacernos de los ciudadanos, pero no del pueblo.

DUGIN GUIDELINE # 113: VINISHKO-CHAN COMO LA SALVADORA DE LA HUMANIDAD

• El fenómeno de “Vinishko-chan” es interesante: es sorprendente que una jovencita mencione a Nietzsche en sus conversaciones y construya todos los elementos de la comunicación pública a partir de citas que extrae de los clásicos de la filosofía. Por supuesto, normalmente habla sobre dónde hacerse la manicura o tomar su próximo cóctel, pero de repente cambia y menciona una frase que reflexiona sobre la eternidad.

• Los críticos de este fenómeno dicen que se trata de algo muy superficial y que su conocimiento de la filosofía no es nada más que una serie de citas sueltas que puede encontrarse en Wikipedia. Estoy de acuerdo con esa afirmación, pero me gusta otro elemento de este fenómeno: que el elemento filosófico se convierte en un elemento significativo. En nuestra sociedad, el orientarnos hacia la idiotez como realidad social es algo que acontece desde el momento en que se comenzó a destruir nuestras viejas ideas acerca de lo que era la cultura. Anteriormente la idiotez era tímida, ahora es muy atrevida.

La Cuarta Teoría Política y el Socialismo en América Latina

Al Pueblo lo podemos definir como: “el grupo humano orgánicamente estructurado, consciente de su destino histórico, cuyos componentes están ligados entre sí por ideales comunes más o menos bien definidos” (Revisar definición de Pueblo en Praxispatria). Este pueblo cumple un papel soberano y político, al identificarse como una clase social, es decir la llamada “Clase Popular”, combatiendo al despotismo y la tiranía, ejerciendo el derecho de rebelión para consolidar la vida plena, armar su propia historia. De ahí la fórmula: “Contra el horror del tirano, el terror popular”. Este Pueblo o Clase Popular, si bien no es exactamente lo que el marxismo identifica como Proletariado, si se encuentra estrechamente vinculado a éste, pues el corazón del Pueblo es la clase proletaria, luego incluye también a los sectores de la pequeña burguesía que tienden a la proletarización.

EL GRAN DESPERTAR: EL FUTURO COMIENZA HOY

Pero la novedad en todo esto es que por primera vez en la historia los globalistas han utilizado un escenario propio de una revolución de color (el cual incluye el robo electoral, fraudes y campañas de desinformación) en su propia casa. Entonces, por fin han descubierto por completo su rostro y somos capaces de observarlos con claridad. Antes llevaban a cabo semejantes prácticas en nombre de los “intereses nacionales de los Estados Unidos”. Pero ahora los propios estadounidenses son víctimas de estas prácticas globalistas. Sin embargo, era algo que debía esperarse, ya que, si comienzas a hacer uso de la mentira y la violencia, llegará el momento en que no podrás cesar de usarla y, cuando llegas a un cierto punto, será la mentira y la violencia las que empezarán a usarte.

“Wozu Philosophen in dürftiger Zeit?”: Una aclaración filosófica con respecto a Alexander Dugin

Las grandes diferencias terminológicas, conceptuales y aperceptivas que separan tanto a los tradicionalistas como a Heidegger pueden parecer insuperables. Una de las más obvias es, por ejemplo, que Heidegger denominó como “metafísica” a la totalidad del legado filosófico que va desde la antigua Grecia hasta ahora y que él consideraba como una equivocación fatal y el inicio del olvido del ser, mientras que para los tradicionalistas la “metafísica” se refiere precisamente al lenguaje supremo del Ser cuyo nacimiento en la Filosofía de la Hélade representó una especie de degradación. Para Guénon, la Filosofía Occidental carecía por completo de una verdadera y completa Metafísica y, por lo tanto, era nula. En segundo lugar, podríamos objetar también a Heidegger el sostener que únicamente Occidente, o solo Europa, habría desarrollado y fue responsable de la creación de una tradición conceptual tan consistente, mientras que los tradicionalistas aborrecieron por completo esta “pseudo-tradición” y en su lugar sostuvieron que el pensamiento verdadero y su sabiduría solamente podría ser buscado en contextos no occidentales o “pre-occidentales”.

Un Alain de Benoist que tiene la audiencia de un Eric Zemmour y la influencia de un BHL

El primer movimiento eurasianista fue fundado en la década de 1920 por varios intelectuales que hacían parte de la emigración rusa (Troubetskoy, Savitsky, Alekseiev, etc.). Todos ellos argumentaban que la identidad rusa había nacido de una fusión original entre los elementos eslavos y los turco-musulmanes y que Rusia constituía un “tercer continente” entre Occidente (el cual era denunciado como materialista y decadente) y Asia. Los eurasianistas se diferenciaba de los nacionalistas clásicos y los eslavófilos y, aunque no eran comunistas, no se opusieron a la experiencia soviética, que veían como una continuación de la idea imperial rusa.

ABSTRACCIÓN Y DIFERENCIACIÓN EN JULIUS EVOLA

El primer opúsculo que hizo el barón Julius Evola se titula Arte abstracto (1920) (1). Es una obra temprana, en la que, sin embargo, es fácil vislumbrar las principales pautas de este autor, de su personalidad, de su mito. Solo siendo capaces de conocer en su conjunto a Julius Evola, su legado y su increíble destino, seremos capaces de intentar incluir este pequeño libro en la totalidad de su monumental pensamiento. En uno de los raros videos en los que aparece, Evola, ya anciano, habla de sus simpatías hacia el dadaísmo (2). Es impresionante el ver lo vivo que estaba, el cómo le ardían los ojos, lo inspirado que se sentía al recordar su pasado dadaísta hasta el más mínimo detalle… Evidentemente, todo esto le encantaba locamente y, de hecho, le traía un gran placer. Sería interesante ver, si paralelamente, el viejo Guénon habló de su primera poesía, dedicada a las iniciaciones de los gitanos o a una cierta rehabilitación del diablo… ¿Brillarían también sus ojos de esa manera? No lo creo. Pero es algo que nunca sabremos… Vayamos, pues, al Arte Abstracto. ¿Por qué abstracto? ¿Qué significa para Evola, para el gran Evola, en su totalidad, la palabra abstracto?

 

EL FINAL ESTÁ MÁS CERCA QUE NUNCA

Luego, están los atlantistas, los rusófobos, que son los oponentes ideológicos directos del eurasianismo, los cuales son una mezcla de liberales y nazis que llegaron al poder en Kiev. Y es la peor catástrofe que nos podamos imaginar. Derrocaron a Viktor Yanukovych, usurparon el poder, pusieron en marcha una campaña de represión con un fuerte carácter rusófobo y estaban preparados para entregar la misma Ucrania, incluida, por supuesto, Crimea, a nuestros enemigos de la OTAN. Eso nos despertó. Comenzó la primavera rusa. Pero desde una perspectiva geopolítica, política y espiritual no logramos sino cumplir la mitad de nuestros objetivos. Solo recuperamos Crimea…

ENTREVISTA SOBRE LA CUARTA TEORÍA POLÍTICA Y EL LOGOS DEL BRASIL

La Cuarta Teoría Política no es una teoría únicamente aplicable a los rusos. La idea que la articula es principalmente la descolonización de nuestra conciencia política, para que al lograr este objetivo consigamos alcanzar un nuevo nivel de autoconciencia. Concebimos la política según un sistema de coordenadas predeterminado y estas coordenadas predeterminadas nos fueron impuestas por Europa Occidental en los Nuevos Tiempos, en la Edad Moderna, que no es otra cosa que un breve periodo histórico y un lugar geográfico bastante pequeño. Lo peculiar de semejante sistema político es su rechazo de la verticalidad, es decir, el rechazo del platonismo, la idea de lo trascendental y de la teleología aristotélica. Este sistema político no tiene ninguna dimensión espiritual, por lo que la política no tiene ningún propósito. El mundo no es construido desde arriba hacia abajo y desde el centro hacia la periferia, sino que es construido desde abajo hacia arriba y desde la periferia hacia el centro.

EL SOBERANO ES LA COMUNIDAD Y NO EL ESTA

El gobierno es el que ostenta el poder y por lo tanto es el que concibe los fines a alcanzar. Mientras que el Estado arbitra los medios para alcanzarlos. El gobierno está centralizado en un poder ejecutivo único y el Estado es descentralizado en tanto órgano de ejecución.

Los funcionarios del Estado (de directores para abajo) son los administradores de la cosa pública para que las medidas tomadas por el gobierno (ministros, secretarios y subsecretarios) se realicen en form a eficaz.

El Estado no tiene un ser en sí mismo sino que solo es y existe en sus aparatos, esto es, los distintos ministerios y secretarías.

Esta distinción entre gobierno y Estado, que es clara y ostensible en el peronismo, no se encuentra ni en las diferentes formas de democracia, ni en los socialismos, ni en los fascismos.

Rebelión Contra el Mundo Moderno

Creo que la humanidad debería ser castigada si las cosas las vemos desde un punto de vista lógico. Desde hace unos 500 años, la civilización de Europa occidental se apartó de Dios y dijeron: “Estaremos bien sin Dios”. Nietzsche llamó a esto la muerte de Dios. Los seguidores del “progresismo” exclamaron que Dios “había muerto” y, en consecuencia, desde ahora todo será decidido por el hombre. El hombre decidió hacerse responsable de sí mismo. La humanidad no puede matar a Dios en sí (ya que ello es imposible), porque Dios existe por sí mismo y, por tanto, Dios se auto-sostiene. No se puede matar a Dios, pero la humanidad, al levantar su mano contra Él, solo termina por golpearse a ella misma. Y eso resulta que es mortal… Y finalmente hemos llegado al momento en que la humanidad, al haberle dado la espalda a Dios, se está extinguiendo velozmente. Pensaban que sin Dios solo se convertirían en seres humanos, pero resultó que 500 años después de haber comenzado los Nuevos Tiempos, la Modernidad y con la expansión gradual, en todas direcciones, de esta civilización atea-materialista y de su cultura, resulta que la humanidad ahora es incapaz de sostenerse. Sin Dios, ya no se tiene alma, ni inmortalidad, ni espíritu, ni propósito, ni significado. La humanidad se ha convertido un caparazón material que es controlada por estímulos externos. Las personas se han convertido en máquinas, en animales, y ahora han llegado al punto en que son capaces de trasladar esta realidad a la inteligencia artificial.

La Cuarta Teoría Política de Alexander Dugin

Dugin se esmera en buscar el inicio del liberalismo, su cuna, desde lo que históricamente se denomina modernidad, es decir; la caída del Antiguo Régimen y los sistemas tradicionales monárquicos en general, así como estudiar las ideologías modernas que intentaron enfrentar al liberalismo y destruirlo. Por lo consiguiente, dedica todo un capítulo al análisis de los conservadurismos (tradicionalismo, fundamentalismos, conservadurismos revolucionarios, liberales, conservadurismos de izquierda, etc.).

 

EL CONCEPTO DEL "ANTICRISTO RADICAL": ONTOLOGÍA Y EXPERIENCIA (ASPECTOS SEMÁNTICOS, RELIGIOSOS, SOCIOLÓGICOS, POLÍTICOS)

La figura del Anticristo en la semántica del cristianismo puede considerarse multidimensionalmente. Estructuralmente, está estrechamente vinculado con el paradigma cristiano de la historia. La historia va del paraíso a la caída, las vicisitudes del pueblo elegido, luego de Cristo, luego de la iglesia, luego del fin del mundo y la liberación de Satanás de las cadenas. La etapa de la aparición del Anticristo es la última antes del fin del mundo y la Segunda Venida de Cristo. Por lo tanto, el tema del Anticristo puede tomarse como una herramienta para medir el tiempo cristiano. Y mucho depende de cómo se calcule el tiempo: la actitud hacia la sociedad, el mundo, incluso la religión. Después de todo, y esto es lo más importante, el Anticristo falsifica todo, su reinado es la época de la falsificación. ¿Falsificaciones de qué? De todo: el mundo, la religión, la sociedad, el poder, el hombre. Esta es la época de los simulacros, los sustitutos, las copias pervertidas. Y, en consecuencia, frente a los elementos del Anticristo, las personas del último período deben actuar y ser diferentes a las anteriores. Al ver el agua, una estrella, una persona o un templo, los cristianos anteriores al Anticristo los tratan en consecuencia. Pero a los cristianos del período del Anticristo se les invita a hacer lo contrario. No te fíes, fíjate, estate atento ante las cosas más sencillas y familiares. Lo familiar ya no existe. Hay una trampa en todo. La época del Anticristo es una época de sospechas.

La Cuarta Teoría Política o Un Pensamiento para América del Sur

América Latina es única, hasta el momento no hemos sido parte central de la historia universal (disciplina eminentemente eurocéntrica), desde la periferia hemos sido vistos como un “continente mágico”, un lugar donde lo suprarracional y lo supranatural convive perfectamente con la cotidianeidad (por eso es tan popular el “realismo mágico” entre los lectores yanquis y europeos). Nosotros mismos nos hemos visto como hijos del “mundo occidental”, al que queremos emular desesperadamente y tenemos como meta referencial.

 

Entrevista a Yohann Sparfell: el camino eurasianista

Todo depende de cómo aborde este problema. Históricamente, el eurasianismo es ruso-euroasiático en esencia, es decir que este pensamiento es de interés primordial para este espacio geopolítico, y esto en relación con su singularidad cultural e histórica. Es cierto que el neo-eurasismo actual ha heredado mucho de este enraizamiento original, que en general es bastante normal y de esperar en pensadores rusos como Alexander Dugin. El eurasianismo de los pensadores rusos de nuestro tiempo es, por tanto, la expresión intelectual, con su metodología metapolítica y geopolítica, de una afirmación de lo que ellos mismos ven como la singularidad civilizacional del gran espacio ruso-euroasiático. Y esto en relación con otras civilizaciones que deben participar en la implementación de la multipolaridad, implementación que es parte de la dinámica propia de la idea euroasianista.

LA BATALLA POR EL COSMOS EN LA FILOSOFÍA EURASIANISTA

Los euroasiáticos nunca fueron materialistas. En este punto se encontraron en oposición a las principales tendencias de la ciencia moderna. Al mismo tiempo, sin embargo, para ellos era importante no simplemente afirmar la prioridad de los elementos y principios eternos - de ahí la principal tesis euroasiática sobre la ideocracia, la idea dominante, el gobierno de las ideas - sino insistir en que el mundo entero y toda la realidad, desde la política a la economía y desde la religión a la ciencia, esté impregnada de ideas. Petr Savitsky insistió en el concepto de "desarrollo de lugar" o "topogénesis" (mestorazvitie). El “desarrollo de lugar” es la conjunción del espacio físico y la continuidad de significados históricos, semántica y eventos. El territorio está indisolublemente ligado a la historia, y la historia, a su vez, es una continuidad de ideas que revela una imagen única de eternidad monumental que se despliega a través de la humanidad y sobre su camino espiritual a través del tiempo.

 

LA SEGUNDA GUERRA CIVIL O EL PRÓXIMO COLAPSO DE ESTADOS UNIDOS

Según Huntington, los bancos y corporaciones transnacionales comenzaron a contribuir a socavar los valores culturales y religiosos de la "buena y vieja América", erosionando sus tradiciones.
Todas estas obras fueron escritas en un estilo bastante académico. Sin embargo, hoy en día la atención de los estadounidenses no se centra tanto en los gruesos libros de científicos políticos universitarios y futurólogos como en los pronósticos de otro tipo. Aquellos en los que 2020 aparece como un punto crítico para los Estados Unidos. Y hay muchos de esos pronósticos. Entonces, las profecías de “Nostradamus" que ya están recorriendo el internet y las redes sociales dicen que en el 2020 Estados Unidos "llegará a su fin".

CUARTA TEORÍA POLÍTICA, PESADILLA LIBERAL

uy recientemente, el famoso politólogo estadounidense John J. Mearsheimer en su nuevo libro “El gran engaño: sueños liberales y realidades internacionales” expresó su preocupación por el desorden liberal. En el capítulo seis del libro titulado “El liberalismo como fuente de problemas” comienza con estas agraviadas palabras: “El costo de la hegemonía liberal comienza con las guerras interminables, el Estado liberal termina luchando para proteger los derechos humanos y difundir la democracia liberal por todo el mundo. Una vez desatado en el escenario mundial, el unipolarismo liberal pronto se vuelve adicto a la guerra”.

LA GEOPOLÍTICA DE LAS ELECCIONES ESTADOUNIDENSES

Al aplicar la geopolítica a la estructura contemporánea de los Estados Unidos, obtenemos una imagen asombrosamente clara. La peculiaridad de los Estados Unidos es que el país está ubicado entre dos espacios oceánicos, entre el Océano Atlántico y el Océano Pacífico. A diferencia de Rusia, Estados Unidos no tiene un cambio tan inequívoco del centro a uno de los polos, aunque la historia de los Estados Unidos comenzó desde la costa Este y se trasladó gradualmente hacia el Oeste, y hoy, hasta cierto punto, ambas zonas costeras están bastante desarrolladas y representan dos segmentos de una pronunciada “civilización del mar” …

Quién es y cómo piensa Aleksandr Dugin, el filósofo favorito de Putin seducido por el peronismo

A primera vista, los puntos de contacto entre el putinismo ruso y el peronismo argentino pueden sonar insólitos, incluso descabellados. Pero es contra esta percepción que Dugin ha trabajado para explicar que el eurasismo, el modelo de expansión continental rusa basado en los vínculos de distintas sociedades tradicionales asentadas en Europa del Este y Asia pero con intereses estratégicos comunes, puede dialogar con una potencial alianza del continente latinoamericano como la que, en su momento, Perón proyectó entre Argentina, Brasil y Chile. “Por eso me pone muy contento estar con Argentina, porque estando junto a ustedes defiendo mi causa, la causa rusa, la causa de la comunidad organizada, de la justicia y de la identidad”, escribe Dugin en Logos argentino. Metafísica de la Cruz del Sur, su libro dedicado a entender la Argentina.

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