DISCURSO CON MOTIVO DEL PRIMER ANIVERSARIO DE DASHA

Me gustaría decir unas palabras sobre el mensaje intelectual que destaca a través de Dasha, su vida, sus proyectos y aspiraciones, y las profundidades y alturas de su corazón, tal y como se plasmaron en su diario y se expresaron en las dos ideas principales que expondré a continuación.

En primer lugar, junto con nosotros, sus padres, Dasha amaba el intelecto: no el intelecto cotidiano, mundano y racional que Aristóteles llamaba phronesis, ni el intelecto moderno, digital y calculador que cuenta las pérdidas y los beneficios, sino el intelecto libre y paradójico, el intelecto que es el reflejo y la voz de la Divina Sophia, la Sabiduría, el Nous, como lo llamaban los antiguos griegos.

Nuestra familia hablaba a menudo de la tesis heracliteana y más tarde aristotélica "zoon logon ekhon" - "el hombre es el animal intelectual", o más exactamente "el ser vivo traspasado por el Intelecto". Según Platón, el Intelecto puede revelarse en su totalidad al ser humano como un don de la Divinidad, y puede transformar al ser humano en una perla única en la cáscara del Universo, en un ser inquisitivo y maravillado que es consciente de su propia insuficiencia, su finitud y su muerte.

El humano es un ser que tiene una presencia paradójica en el mundo, un "aquí-ser", en el que vida, cuerpo, alma y espíritu están unidos, en el que acción, voluntad, pasión y emoción se funden en una sustancia especial. Pero lo más importante de todo para una persona, idealmente, es que el Supremo Intelecto Divino, el Logos, se le abra y revele, con reflexión, entendimiento y comprensión de sus leyes y lógica. Entonces, el ser humano es el lugar donde se revelan las leyes de la creación, donde el milagroso "humano-en-humano" se convierte en un Proyecto, que no trata simplemente de la vida efímera de un individuo, sino que en él nacen y se hacen realidad percepciones y sospechas sobre el significado de la historia, la cultura, la civilización y los propósitos y significados de la vida humana. El ser humano es el lugar del Intelecto.

Dasha eligió el seudónimo "Platonova", porque en Platón la figura principal en el drama del mundo es el Intelecto y, aún más alto que el Intelecto, el Uno, que sobrepasa el Intelecto, lo atrae hacia arriba y lo hace abierto, aún sin nombre, no totalmente conocible, apofático, siendo constantemente llevado hacia arriba, no sólo hacia el Cielo, sino hacia el desconocido Más Allá del Cielo. En la Facultad de Filosofía, Dasha eligió el Departamento de Historia de la Filosofía para su especialización y estudios de posgrado, porque creía que de esta manera se podía estudiar la historia del Intelecto y la incomprensibilidad que acompaña al ser humano a través de la historia del Pensamiento, del Logos, del Intelecto.

El mundo occidental moderno prohíbe la cultura, prohíbe el pensamiento. En las universidades de Occidente no se recomiendan las generalizaciones, y la filosofía se ha convertido en un razonamiento sobre problemas banales de la vida cotidiana, nimiedades y particularidades. El Occidente moderno se ha rebelado contra su propia historia y tradición en las que se había construido la vertical divina, en las que se había venerado el Intelecto y en las que el ser humano se esforzaba por replicar e imitar el Intelecto Divino del Mundo que preveía providencialmente el mundo en su conjunto y la integralidad de todo. Hoy, el mundo se derrumba, se encoge, se agita inquieto y enloquece, porque el razonamiento con el que opera permanece apartado del Intelecto Divino, conociendo sólo lo particular, lo individual, sin conocer la totalidad, lo Universal, lo Uno, lo Supremo, y el Intelecto Divino apofático que está abierto a lo anterior.

Durante toda su vida, Dasha luchó por el Intelecto, por el Logos. Una lucha muy difícil. Decenas de veces a lo largo de su diario, se propuso a sí misma la tarea de comprometerse diariamente con el esfuerzo intelectual, por ejemplo, leyendo cada día cien páginas de buena literatura o interesantes estudios sobre la historia de la filosofía. Esto es muy difícil para el hombre moderno. Todos nos hemos deslizado cómodamente en un oasis de lo que consideramos una cultura ligera y visual, una cultura en su mayor parte superficial, perezosa, poco articulada y casi desconectada del pensamiento. En su mayor parte, la persona moderna entiende por "pensamiento" la estrategia diaria de ocultar su no hacer nada y recompensarse por un pasatiempo vacío.

Durante toda su vida, Dasha luchó por el Intelecto, por el Logos. Una lucha muy difícil. Decenas de veces a lo largo de su diario, se propuso a sí misma la tarea de comprometerse diariamente con el esfuerzo intelectual, por ejemplo, leyendo cada día cien páginas de buena literatura o interesantes estudios sobre la historia de la filosofía. Esto es muy difícil para el hombre moderno. Todos nos hemos deslizado cómodamente en un oasis de lo que consideramos una cultura ligera y visual, una cultura en su mayor parte superficial, perezosa, poco articulada y casi desconectada del pensamiento. En su mayor parte, la persona moderna entiende por "pensamiento" la estrategia diaria de ocultar su no hacer nada y recompensarse por un pasatiempo vacío.

El apofatismo y la apertura del intelecto platónico son la vertical del conocimiento, las jerarquías de las esencias y los seres, las profundidades del abismo en lo alto. Esta es la orientación que Dasha intentó mantener en sí misma y comunicarles a ustedes, sus jóvenes y creativos camaradas.

El segundo rasgo distintivo de Dasha era su obsesión personal, que ahora se ha convertido en un mensaje para ustedes, sus compañeros que han resuelto responder creativamente a la Contemplación Creativa que lleva su nombre: la idea de la Belleza, la estética, el esteticismo, que debe impregnar la vida de todo Intelecto buscador, pensamiento e Idea de cada joven. En las anotaciones del diario de Dasha desde Sicilia, la encontramos reflexionando sobre cómo esculpir una estatua de uno mismo, resaltar los rasgos y recortar lo superficial para formar y reformar el interior mientras escucha el viento tranquilo de los estados superiores del alma o los relámpagos de las percepciones intelectuales.

En su artículo "La filosofía de la irracionalidad", Oscar Wilde tenía la idea de que no es el arte el que imita a la vida, sino que la vida crea sus propias obras maestras imitando al arte. Wilde lo llamó "dandismo", pero nosotros podemos llamarlo "aristocratismo espiritual". En la novela de Huysmans A contrapelo, se piensa que a veces el papel del arte lo desempeña una persona con un alma compleja, que es en sí misma una obra de arte. Estas ideas sobre la imaginación activa, sobre el sujeto humano como portador volitivo y creativo de la inspiración divina, sobre el fuego secreto dentro de cada persona que la vincula con la vertical divina, y sobre el altar en la "habitación secreta" dentro del propio yo interior y más íntimo, eran muy queridas para Dasha. Eran tan queridos para ella que se propuso hacer de su vida una obra maestra poética o un hermoso lienzo, transformarse en una estatua perfecta, y gradualmente, paso a paso, esculpir la forma ideal a partir de un bloque de material natural primigenio.

Detrás de todo esto se encuentra, sin duda, el platonismo en su emanación estética. Del mismo modo que en la República el filósofo de Platón, o cualquier persona real ordinaria, busca el intelecto y asciende a él desde la caverna de las sombras para contemplar las bellas ideas, el artista debe purificar su visión de los rasgos extraños y accidentales del material visible y esculpir una bella estatua a partir de una losa informe, ensamblar con palabras el esqueleto de un barco para el viaje poético hacia el propio "yo" superior, crear la arquitectura de catedrales y museos a partir del caos, y dibujar un mundo armonioso de sentimientos y nociones humanas en cualquier hoja vacía. Para los platónicos, esto no nace de la nada, sino que procede del Intelecto Divino que nos abarca a todos. Ver la estructura en el caos, ver lo vertical en lo horizontal, encontrar el centro en un plano, mirar hacia las profundidades en el océano y hacia las alturas en los cielos - esto requiere esfuerzo por parte de nuestra alma y de nuestra pequeña mente, esto exige la transformación de nuestra visión y mirada ordinarias, y la transfiguración de nuestra alma cotidiana. Esto exige el autocultivo, la ascensión, la transformación y el florecimiento del ser humano.

Aquí llegamos a una idea fundamental de la teología cristiana ortodoxa: la idea de que "Dios se hizo hombre para que el hombre pudiera convertirse en Dios". Una persona debe iluminarse, levantarse contra su "yo" menor, contra la cotidianidad, la Altaglichkeit, y volverse hacia las cualidades fundamentales de su "yo" mayor, hacia la capacidad de pensar y ser de acuerdo con el Intelecto, el Intelecto Divino, que es Verdad y Belleza.

El seudónimo de Dasha "Platonova" fue fatídico. El platonismo es la filosofía pura e incluso la religión del Intelecto, el Nous, el Uno, el Logos. Dasha creía que el ser humano debe habitar en los rayos de este gran sistema. Todos y cada uno de nosotros necesitamos ser platonistas, estar junto a Platón, ser un platonov o una platonova. Al fin y al cabo, el ser humano es un ser ascendente, un ser inspirado e inspirador o "espiritualizador", que gana Intelecto y Espíritu. Además, el ser humano es un ser estético que conoce la Belleza y actúa de acuerdo con sus leyes. Estos son los dos testamentos de Daria Dugina-Platonova que se unen en Un Mensaje: Nosotros, todos juntos, debemos superar la civilización fragmentaria y decadente del mundo occidental, superar la parcialidad y la fractalidad de nuestro propio "yo", y avanzar hacia una persona y una personalidad holísticas e integrales para ascender por la escalera de las perfecciones intelectuales. Esta era la idea que Dasha tenía de sí misma y de sus amigos.

Me gustaría que tú también compartieras este mensaje, para "crear sin descanso tu propia vertical intelectual".

Traducido por Jafe Arnold al inglés, y por Enrique Refoyo al español