Julian Assange es deportado a los Estados Unidos

Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
Assange intentó seguir las reglas que existían dentro del mundo occidental, pero su extradición a los Estados Unidos significa que estas ya han dejado de tener importancia. Por supuesto, esto ha quedado claro para todos los que no viven en Occidente. ¿O no es así? Ha llegado la hora de tomar partido por Assange o por sus verdugos, ya que este acontecimiento nos afectará a todos nosotros, seamos rusos, musulmanes, europeos o asiáticos.
Podemos decir que el mundo occidental se presentaba así mismo como un lugar donde se respetaba la diversidad de opiniones, ya que era un principio que contraponía al totalitarismo comunista y fascista. ¿Eso significa Estados Unidos y Europa derrotaron a sus enemigos debido a que respetaban las opiniones de cada individuo? Quien sabe. De todos modos, siempre existirá alguien que dirá cosas que a los demás no le agraden.
Ahora bien, como la URSS y la Alemania nazi son cosas del pasado, estamos presenciando como el liberalismo está transformándose en una especie de dictadura donde ya no se puede tener una opinión distinta. De ahora en adelante las leyes, las políticas y las opiniones serán dictaminadas por un único amo: los Estados Unidos. Por lo que cualquiera que tenga una opinión diferente a la de Washington en temas como la ideología, las artes, la educación, los negocios y las redes sociales será atacado inmisericordemente.
El juicio que enfrenta Assange por tener una opinión diferente y haber creado una fuente de información alternativa dentro de la actual guerra en red que se libra al interior de la democracia resulta bastante revelador.
La cadena perpetua de Julian Assange deja claro una cosa: que el unipolarismo totalitario ha cerrado sus puertas a cualquier alternativa que todavía existiera, por muy limitada, cerrada o hasta cuestionable que fuera. De ahora en adelante, cualquiera que sostenga una opinión contraria a la unipolaridad y la globalización, será destruido por el sistema.
Assange está siendo llevado al patíbulo y eso significa que las reglas de juego que impuso la democracia han sido abolidas. El liberalismo moderno se ha convertido en la tercera forma de totalitarismo, después del comunismo y el fascismo. Esto significa que deberemos luchar contra el liberalismo hasta el final o seguiremos el mismo destino de Assange y terminaremos muriendo.
El tiempo de cárcel que Assange va a pagar (175 años, mucho más de lo que dura la vida humana) es una de esas curiosidades que los Estados imponen a sus enemigos. Se trata de cadena de perpetua, pero, por alguna razón, causa mucho más miedo que la pena de muerte, ya que, dentro de las prisiones estadounidense, prosperan la violencia, la tortura y el sadismo.
¿Por qué BLM ha recibido tanto apoyo popular? Porque los negros estadounidenses saben que es prácticamente imposible salir de una prisión norteamericana y que una vez que te liberan eres lanzado a un gueto donde vivirás toda tu vida: cada momento de libertad no es más que un breve respiro antes de que te vuelvan a meter a la cárcel.
Assange será humillado de por vida. En cierta forma, y parodiando una frase de Gogol, podemos decir que las autoridades estadounidenses están dispuestas a atormentar su alma incluso después de su muerte. La cultura protestante ha decidido llevar a cabo en la tierra el juicio final: todos los que no se encuentren del lado del mundo anglosajón serán condenados a vivir en el infierno. El liberalismo ha cambiado de rostro.